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Buenos Aires, Argentina

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Mariana Gonz;ález Menghi

Mariana González Menghi

Nací en Argentina en 1977 y viví entre los 3 y los 8 años en Estados Unidos. Lo comento porque me marcó mucho más de lo que racionalmente puedo explicar.  Trabajando en el taller muchas reflexiones me salen en inglés, las malas palabras también…

Creo que mi primer contacto con el arte fue gracias a la curiosidad inagotable de mi papá y la creatividad constante e invencible de mi madre. Ambos me enseñaron a probar y que siempre se podía mejorar.

Mi primer intento de talla por mi cuenta fue  a los 10 años. Fue en el baño con un cuchillo y un jabón. Me acuerdo de disfrutar de la materia de artes plásticas en el colegio y los seminarios optativos de Historia del Arte de la profesora Ofelia.

A los 17 años me animé a probar una clase de escultura en serio con el profesor Héctor Linares.  Fue un camino de ida, con ‘baby steps’ (pasos de bebé), mientras estudiaba la carrera de Comunicación Social.

Recién casada tuve la oportunidad de vivir en Chicago, donde aproveché para tomar distintos cursos en Art School Institute e incursionar en nuevas técnicas y materiales. De vuelta en Argentina seguí estudiando con mi primer maestro Héctor en su atelier en Pompeya hasta el 2006. Todavía lo recuerdo con mucho cariño y aún lo oigo decir “Alejate de la obra.”.

Los siguientes años traté de mantener contacto con la escultura con diversos talleres y cursos mientras debutaba como madre de uno, de dos y de tres hijos. No fue fácil. Pero la vida me llevó a otro plano creativo: la reforma de departamentos empujada por la pasión arquitectónica de mi marido. Yo pude encausar mi inclinación creativa y estética mientas descubría que, si bien me encantaba, me faltaba hacer arte. La vida fluyó, los hijos crecieron, tuve más tiempo. Empecé a estudiar soldadura con el Arq. Carlos Donato con quien aprendí el ABC de trabajar en un taller de arte completo y armé una amistad inmediatamente.

Me animé a comprar herramientas, a armarme un taller y llegó la pandemia. Con el taller a mano, mis colecciones de objetos, dibujos, poemas y reflexiones y el tiempo obligado del 2020 empecé a trabajar como nunca…  Y acá estoy hoy, buscando mi camino como artista para seguir trabajando y exponiendo lo que hago para conectar con otros en este plano tan  íntimo y espiritual al que nos invita entrar el arte.

Obras expuestas